Suicidio*
Cuando se ha muerto una vez de amor, se
debe morir de nuevo
Horacio Quiroga
Y llénate continuamente de Amor, pequeño
Eliot.
David Mejía Velilla
Ella era una mujer común pero quería quitarse la vida. Estudió en los libros de la
civilización todas las formas inventadas por el hombre para arrancarse la
existencia. Y decidió morir en el momento en que el mundo se partía en el
abismo profundo e iluminado del amor. Supo entonces que para dejar eternamente
su vida en la falsa memoria del recuerdo tendría que amar a un hombre... y se
enamoró de un poeta que la resucitaba cada mañana.
Bogotá, 1982
La heurística de la poesía y el anhelo demiurgíco del poeta inventando otras realidades concitan el texto de J. E. Pardo. Lo imposible se torna factible.
Francisco Sánchez Jiménez
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