
Diciembre 12 de
2013. En la Biblioteca Nacional de Bogotá, acabo de recibir el X Premio
Nacional de Literatura 2013. Agradezco a mis lectores por el galardón porque
fueron ellos los que me lo concedieron a través de la Revista Libros y Letras.
Al lado de autores como Germán Espinosa, Laura Restrepo. Manuel Zapata
Olivella, RH Moreno Durán. Evelio José Rosero, Tomás González, quienes también
lo recibieron, me doy cuenta que vale la pena seguir escribiendo. Gracias a
todos mis amigos y lectores.
Bogotá, enero 10 de 2014. La emisora australiana
SBS acaba de emitir en Sidney una entrevista que me hicieran a propósito de mi
premio nacional de literatura 2013 y la aparición de Irene en Australia.
Conversación con Carlos Sánchez –Journalist Broadcaster - SBS Spanish Radio. La
comparto:
Ibagué, diciembre
21 de 2103. Para festejar el premio nacional de literatura que me otorgó la
revista Libros y Letras, mi hermano Carlos Orlando me brindó una interesante
tertulia en su casa donde participaron entre otros los escritores Héctor
Sánchez, Benhur Sánchez, Carlos Pardo Viña, Albeiro Arias, Esperanza Carvajal,
al igual que periodistas y familiares. Comparto parte de un video que allí
grabaron.
Libreta de apuntes
Periodismo sin afán
Entrevista con Jorge Consuegra, director de Libros y Letras
1. ¿Cuál es el recuerdo más
lejano que tienes de un libro en tus manos?
Mi madre me hacía colorear las
ilustraciones de la Historia Sagrada. La ballena de Jonás me producía miedo; la
cabeza del Bautista, pánico; la serpiente que engaña a Adán y Eva, risa.
2.
¿Quién te metió en el mundo de los libros?

Cuando mamá viajó de Bogotá al Líbano, Tolima,
con mi padre, sólo cargó los veinte tomos de la enciclopedia, El Tesoro de la Juventud, de la
editorial Jackson. La de pastas duras y verdes que nos guiaron, durante los
años de la niñez y los miedos de la violencia, por los caminos de la
ensoñación. Las fábulas, las biografías de los grandes hombres y el libro de
los por qué, crearon en nuestra familia el hábito de la lectura y abrieron los
horizontes a la imaginación.
3.
¿En tu casa siempre estuviste rodeado de libros?
Los libros: la mejor herencia de mi madre.
La biblioteca se alimentó durante años y en los éxodos y desplazamientos
perdíamos algunas joyas de la literatura clásica, pero siempre volvían: Dostoievski,
Chéjov y Gogol. Mi madre amaba la literatura rusa.
4.
¿Cuál libro de tu adolescencia recuerdas con especial cariño?
Novelas cortas: La perla, de John Steinbeck, Venticuatro
horas en la vida de una mujer, de Stefan Zweig, El Gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald y, El amante de Lady Chatterley,
de D. H. Lawrence. Todas, en su esencia profunda, orientaron mis historias primeras.
Inicialmente mis novelas partieron de un
cuento. Antes de una imagen. Mis primeras tres novelas son cortas, casi cuentos
largos. Con mi reciente proyecto El
quinteto de la frágil memoria, me di el respiro del largo aliento, sin
premuras de publicar, sin compromisos con nadie, solo con mi decisión por la
literatura y el compromiso con mi tiempo, lo demás vendría luego, como en
efecto está ocurriendo.
El
jardín de las Weismann, publicada por primera vez
en 1978 y reeditada en su octava edición el pasado noviembre, por la
Universidad del Tolima, acompañada por 28 ensayos de críticos nacionales y
extranjeros. Mi Jardín sigue
florecido como dijera el novelista Benhur Sánchez. Literalmente me graduó
porque la escribí en mis tiempos de profesor y estudiante universitario y ahora
me premian con la edición académica y el trofeo como uno de los destacados
egresados del claustro.
7.
¿Cuál ha sido la mayor satisfacción como escritor?
La traducción de El jardín de las Weismann por Jacques Gilard, el mismo de Gabriel
García Márquez y haber sido durante varios años lectura en la Universidad de La
Sorbona. La traducción al inglés de mi novela Irene y ser leída en la universidad de Sidney, en Australia, como
los recientes homenajes de la Universidad del Tolima y de la Revista Libros y
Letras.
Mi generación fue estigmatizada por
escribir sobre la violencia con el falso postulado de que el tema no vendía y
que los colombianos no querían saber de la confrontación. Por eso no hicimos el
duelo de esa guerra de los años 50 y 60 con todos sus horrores. La novela es un
imperativo para los escritores cuyo compromiso sobrepasa sus vidas personales.
En una sociedad regulada por el mercado, la literatura que implique esfuerzo de
reflexión, no es divulgada, pero, al contrario es leída y estudiada.
9.
¿Ganar el X Premio Nacional de Literatura es un compromiso con las letras? ¿Con
los lectores? ¿Contigo mismo?
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10.
¿Qué viene para ti después de ganar este galardón?
Mostrar mi trabajo más reciente: El quinteto de la frágil memoria. Cinco novelas
de amor, erotismo, guerra y derrotas del cual solo está publicado El pianista que llegó de Hamburgo, por
Cangrejo Editores. Mis últimos veinte años de investigación, disciplina y
trabajo. Creer que en Colombia las grandes editoriales comerciales aun pueden
arriesgar con la literatura que contribuya a correr el velo a la desmemoria de
nuestra guerra.
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